miércoles, 7 de octubre de 2020

Red Bull Energy Drink

Red Bull es uno de esos casos que se estudian en las escuelas de negocios. Es interesante e increíble por muchos motivos. Personalmente admiro el mérito de haber creado una nueva categoría. Probablemente el trabajo más difícil y el más gratificante en marketing.


Red Bull es una bebida ligeramente carbonatada, con un alto contenido de cafeína, que contiene generosas cantidades de hierbas, complejo vitamínico B, taurina, glucuronolactona (un carbohidrato), sacarosa y glucosa.


El fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, basó su bebida en Karting Daeng una popular tónica que había encontrado en Tailandia. Esta tónica se vendía en gasolineras y su ingestión prevenía a los conductores de dormirse al volante. En 1984, fundó Red Bull GmbH con sus socios tailandeses Chaleo y Chalerm Yoovidhya.


La literatura corporativa cuenta que fue entonces cuando se definió el posicionamiento del producto, “Red Bull revitaliza cuerpo y mente”, y el inconfundible eslogan “¡Red Bull te da aaalas!”. El lanzamiento se produjo en 1987 en Austria, a pesar de que la mayoría le pronosticaron el fracaso.




En 2008 ya estaba presente en 148 países. Su facturación había aumentado un +7.9% interanual hasta los 3,323 millones de euros, mientras que el número de latas vendidas creció a nivel mundial +13.2%, hasta los 4.016 millones de latas. Este es el resultado de haber invertido unas cifras fabulosas en actividades de branding. Se hablaba que la inversión rondaba el equivalente al 25% de su facturación, todo en actividades freeskiing, parapente, motociclismo, windsurf, snow-board, jumping, trialbiking, fórmula 1… Aunque también invierte y mucho en cultura como la Red Bull Music Academy


Red Bull ha estado envuelta en algunas polémicas a causa del temor, interesado o no, de que su consumo fuera perjudicial para la salud. De hecho, la bebida estuvo prohibida en Francia durante 12 años debido a la preocupación de las autoridades sanitarias sobre los efectos desconocidos de la taurina, que es una sustancia prohibida en varios países.


El gobierno francés tuvo que acceder a pesar de sus reservas, fundamentalmente porque las normas de la UE establecen que un producto fabricado o vendido en otros países del bloque no puede prohibirse a menos que se demuestre un riesgo para la salud.


No obstante, el fabricante austriaco decidió incluir en las latas, advertencias de salud en las que se indique el alto contenido en cafeína de la bebida, se recomiende un consumo moderado y se desaconseje a mujeres embarazadas y niños.



Más de 100 marcas han intentado robarle mercado, pero ninguna ha conseguido arrebatarle la corona. En Austria se consumen nueve latas por habitante y año. ¿En España? Dos latas por habitante, el doble que en EEUU, donde el mercado de bebidas energéticas crece por encima del 10% anual. Una tendencia similar ocurre en Japón. Por tanto, todavía tiene mucho camino por recorrer.


En la última edición del BrandZ el ranking “Las 100 Marca más poderosas del Mundo”, que elabora anualmente la consultora Millward Brow, Red Bull (79ª posición) entró por primera vez, demostrando una excelente salud.

Felicidades

-- Un saludo Diego Pérez Blanco